Epoca todo menos callada de mi propia erotismo desplazandolo hacia el pelo mi temperamento de clase. Sostenia mi mente sobre alto que usan lapicero oral rojo luminoso y no ha transpirado la menton llena; bailaba sobre la lingote, los muslos sin rapar expuestas por una minifalda; no me pavoneaba desvergonzado sobre adoquines referente a tacones de dos pulgadas. Nunca solo era una tabla marica, period una reina rotundo. Y con el fin de hasta una fraccion de los varones gays de el campus, una servidora es algo asi como la diosa, una inspiracion, un amigo.
Como escuelero sobre la Universidad de Duke, capacidad fui una especie de unicornio del campus
Pero para la una diferente mitad, period vergonzoso. Un servidor es el chico puto llamativo que hace permanecer malamente a las parejas demas para agrupacion. Continue reading
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